¿Sabías que uno de los más famosos cuatreros queretanos era en realidad una mujer?

El Querétaro post revolucionario fue la época en la que vivió Leonarda Martínez, mejor conocida como la Carambada.

Ella  solía disfrazarse de hombre para asaltar a los caminantes, y una vez que cometía sus fechorías se descubría el pecho y con grandes risotadas le informaba a sus víctimas que los había asaltado una mujer.

Cuenta la leyenda que el amante de la Carambada, era un teniente perteneciente a las fuerzas imperiales, por lo que al ser capturado se le sentenció con ser fusilado. Leonarda abogó por su amado ante políticos de la época, como Benito Zenea, entonces gobernador de Querétaro, y hasta del mismísimo presidente de la República, Benito Juárez. Sin embargo todos hicieron oídos sordos, y nadie le ayudó.

Por esta razón la Carambada juró venganza y algunos dicen que fue ella la causante de la muerte del entonces presidente.

Los historiadores registraron que a mediados de 1872 coincidieron en la capital queretana, específicamente en la hacienda de Balvanera, tres personajes: Benito Juárez, Benito Zenea y «la Carambada». Fue durante esta reunión que Leonarda aprovechó para verter en la bebida del presidente unas gotas de un poderoso veneno derivado de las hojas de la veintiunilla (Asclepias linaria).

Se dice que éste brebaje surte efecto veintiún días después de ser ingerida y sus síntomas no responden a un patrón concebido. PAsí fue como veintiún días después de dicha reunión, el 18 de julio de 1872, el presidente Juárez dejaba de existir a causa de un ataque de angina de pecho, enfermedad que no tenía antecedentes en la vida del Benemérito de las Américas.

La Carambada demostró en vida que podía ser tan temerosa como un hombre, y tan letal y sigilosa como una mujer.

¿Ya conocías a este personaje queretano?