En el ciclo escolar, los piojos hacen su hogar en la cabeza de uno de cada cinco niños. Las niñas son sus favoritas debido al pelo largo, y cuando aparece un caso se debe aplicar a la criatura algún tipo de tratamiento, que también deben seguir el resto de los miembros de su familia con los que mantiene contacto.

Los piojos de la cabeza (Pediculus capitis) son unos insectos desprovistos de alas (no vuelan) que viven en el cuero cabelludo de los humanos, especialmente de los niños y jóvenes. Los piojos prefieren las cabezas limpias a las sucias, osea que no se alojan por falta de higiene.

Los piojos no vuelan ni saltan, lo que limita su contagio al contacto directo. Sin embargo, se mueven muy rápidamente entre el cabello y se escabullen con facilidad. Los niños infestados no suelen presentar gran cantidad de piojos, sino sólo unos cuantos.

Conocer el ciclo vital del piojo te resultará útil para entender mejor algunos aspectos del tratamiento. El piojo adulto hembra pone sus huevos enganchados al pelo lo más cerca posible del cuero cabelludo, para que tengan más calor y se incuben mejor. A los 8-10 días, el piojo joven sale del huevo, que permanece unido al pelo pero ya vacío.

El piojo joven o ninfa tarda unos 7-10 días en convertirse en adulto, aparearse y poner huevos. La vida media de un piojo es de unos 30 días y un piojo hembra puede poner entre 80 y 100 huevos en ese período de tiempo. Los piojos «comen» (pican) cada 4 horas, sangre del cuero cabelludo. Fuera del hombre, se mueren en 24 horas, por eso los objetos no son una fuente importante de contagio.