No me perdí, me perdieron. O cómo sobrevivir a las Brujas durante la peregrinación a la Basílica de Soriano

Si tienes familiares en Colón o alguna vez has asistido a la peregrinación de la Basílica del Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, seguramente te han advertido sobre las brujas que espantan en los alrededores.

Aunque estos entes no se asemejan a las brujas clásicas de cuento, quienes suelen ser viejecitas con risas estridentes y cuya dieta incluye niños pequeños, las brujas de Colón si gustan de cometer maldades y travesuras, pues desvían a los peregrinos de su camino, alejándolos de su destino final.

De acuerdo con quienes las han visto, estos seres nocturnos se aparecen en los cerros que circundan Soriano cercana la media noche, su apariencia es la de una esfera de fuego estática que no quema nada a su paso.

Cuando se aparecen, las brujas engañan a los peregrinos con su luz haciéndolos sentir seguros y protegidos, momento en el que aprovechan para guiarlos por caminos desconocidos; es hasta el amanecer cuando las personas descubren que se encuentran en un lugar completamente distinto del que esperaban, siempre alejados de la basílica.

Así que si estás pensando en hacer un peregrinaje a la Basílica de Soriano, procura hacer tu travesía a la luz del día. Si no te queda más remedio que caminar de noche, no sigas ninguna luz extraña y haz caso omiso a los murmullos de las brujas.

¿Conoces a alguien que se haya perdido durante la peregrinación de Soriano?, ¿habías escuchado hablar sobre las brujas de Colón?