Fuentes cercanas a Google afirmaron que si Huawei desarrolla su propia versión de Android, el gigante de las búsquedas no la controlará, por lo que no podrá administrar las actualizaciones de seguridad ni recolectar los datos del consumidor que hacen que sus servicios sean útiles y aumenten los ingresos por publicidad.

Semanas atrás, la administración Trump incluyó en su lista negra a Huawei y 67 filiales, en una medida política que le impedirá comprar semiconductores, software y otros componentes de proveedores en ese país. El argumento principal del gobierno estadounidense es que la empresa china representa un riesgo para la seguridad y podría apoyar el espionaje y la vigilancia desde Pekín.

Sin embargo, los proveedores de Estados Unidos pueden solicitar una aprobación especial para seguir vendiendo a Huawei. Al respecto, el director de finanzas de la compañía, Liang Hua, dijo esta semana a periodistas estadounidenses que visitaron las operaciones de Huawei en China que Google está trabajando con el Departamento de Comercio para encontrar una solución, lo cual beneficiaría a sus consumidores.

«A largo plazo tendremos que desarrollar nuestro propio sistema operativo y ecosistema», afirmó Hua y añadió que la empresa está en la capacidad de hacerlo «muy rápidamente». Por su parte, Google intenta convencer al gobierno estadounidense de permitir la entrada comercial de Huawei al país, dados los riesgos económicos y de seguridad que podrían presentarse en futuros escenarios.