George Papanicolaou, el hombre que sigue salvando vidas
Cuando George Papanicolaou llegó a Estados Unidos, procedente de Grecia, ya era un médico experimentado que había servido como cirujano militar en la primera guerra de los Balcanes.
Sin embargo, ni él ni su esposa, Andromachi Mavroyenis, sabían inglés, y apenas tenían unos US$250, «la cantidad requerida para entrar a Estados Unidos», dice una investigación de la Asociación Médica de Singapur (SMA) sobre el hombre a quien Google rinde homenaje este 13 de mayo.
Ella cosía botones por US$5 semanales y él, tras durar solo un día vendiendo alfombras, volvió a su pasión de adolescente: tocar el violín, esta vez en restaurantes.
Nadie imaginaba que poco tiempo después ambos trabajarían juntos en el desarrollo de una prueba sencilla que revolucionó la detección temprana del cáncer cervical y ha salvado la vida de millones de mujeres: el llamado test de Papanicolaou, también conocido como Pap o citología vaginal.