El Pueblo de Bernal podría dejar de ser mágico debido a las edificaciones de más de siete metros de altura, comercio ambulante y transito de carga pesada. Debido a que dañan la integridad de sus riquezas naturales y arquitectónicas.

“No se respetan los reglamentos, las personas hacen construcciones de más de dos pisos, lo que provoca que afecte la visibilidad de la peña. Entonces hay un ataque grave en contra de la imagen urbana, del paisaje, el área natural aledaña al pueblo”, expone Édgar Cabrera Delgado, presidente del Patronato de Cultura y Turismo de la localidad.

“También la peña es agredida –dice–, no hay control. Los visitantes se llevan las especies de flora de esa zona”.

El comercio ambulante se ha instalado en las áreas inmediatas al monolito, sin permiso municipal, mientras que el flujo de camiones de carga han dañado la avenida principal, además de poner en riesgo la vida de los pobladores y turistas, ya que la calle no cuenta con reductores de velocidad o topes.

Asegura que a la presidenta municipal, Elvia Montes Trejo, le preocupa el impacto que tendría esto en el nombramiento de Bernal como Pueblo Mágico.